Capítulo 21: Discernimiento

16/12/1990

Que la franqueza, la confesión honesta de los pecados, la oración por la salud (y otras peticiones), y la transparencia total, se rijan por el discernimiento, no por el orgullo, el miedo o la apatía. Si la transparencia total se rige por el discernimiento, habrá momentos para retener cosas. Por ejemplo, la confesión de pecados sexuales en medio de parejas y de solteros mixtos suele ser producto de un mal discernimiento, porque al hacerlo, las personas caen fácilmente en la tentación. Sin desearlo en absoluto, pensarán en ello y los detalles de la confesión se les quedarán grabados en la mente durante mucho tiempo. Aunque no lo quieran, cada vez que vean a la persona, pensarán en aquella confesión. Lo que se pretendía que fuera una confesión honesta y humilde, en realidad lo que generó fue una tentación en la vida de otra persona. Se debe tener cuidado con hablar de cosas en momentos y lugares que puedan herir a otras personas. Es una cuestión de sabiduría y sensibilidad.

Asegúrate de que el discernimiento sea el factor dominante, no el orgullo, el miedo o la apatía. El miedo no debe impedirte confesar nada. Tampoco deberías ser demasiado apático como para preocuparte de si se confiesa o no. Y no te abstengas de confesar porque eres demasiado orgulloso para mostrar a los demás que a veces también eres un vaso débil. Esos factores nunca pueden gobernar; solo el discernimiento en el Espíritu de Cristo debe gobernar. ¿Me explico?

Si un número de reuniones grandes o pequeñas pasan sin confesión de pecado o quebrantamiento ante Dios (no una débil introspección, sino en humildad y odio vigoroso al enemigo de Jesús), temería por la esperanza de vida de ese grupo. Sospecho que sus días estarían contados, al menos la verdadera Vida estaría cerca de tambalearse. Dios trabajará con personas que han metido la pata de cien maneras diferentes si tan solo odian el pecado y lo confiesan honesta y abiertamente. Recordemos: el pecado es lo que se interpone entre Dios y el hombre. Que tu humildad y confesión sean hechas en Sabiduría, pero no racionalizadas en un estado cerrado e hipócrita.

Cuando Dios esté en el Trono y nos acerquemos fácilmente, con libertad y discernimiento, a la Luz… Él mismo se unirá a nosotros. ¡Es algo que no puedes superar!

No hay otro como Tú

No hay otro como Tú

Mi Dios, tan fiel y verdadero

En todo lo que haces

Veo quién anhelo ser

Si tan solo indago, conozco Tu más profundo deseo

No puedo evitar admirarme cuando veo Tus tratos conmigo

Reconociendo Tu vara, aunque duela por un tiempo

Probando que Tú eres mi Dios y yo soy Tu hijo.

—Dave

 

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