Capítulo 8: Deja que Jesús dirija la reunión

16/12/1990

Si Jesús es realmente la cabeza del Cuerpo, la Iglesia, y Él está realmente en medio de nosotros cuando nos reunimos en Su Nombre (Mt. 18:20), entonces será mejor que lo dejemos dirigir la reunión. Es imperativo que seamos receptivos a Él, en lugar de hacer alguna gran cosa para Él, ya sea cantando y orando y «predicando». Tenemos la opción de responder al Rey de Gloria que está en la sala, o dirigir una reunión PARA Él y dejar que Él conozca los resultados al final. Obviamente, esto último no es lo que debe hacerse. No planees cómo y cuándo y dónde Él va a hacer alguna gran cosa en «la reunión de la próxima semana». Estudiar Romanos 3, orar toda la noche, cantar, compartir… todas estas parecen cosas espirituales (qué bien lo son); sin embargo, cuando interrumpen lo que Jesús, el Elegido de Dios, quiere hacer, son distracciones groseras.

Por favor. No vengas con todo planeado antes de la reunión. Aunque a veces tengamos una idea de cuál puede ser Su deseo, Jesús es el único que tiene derecho a decidir lo que vamos a hacer. (Voy a decir más sobre eso en un minuto, así que no te dejes llevar por ese punto).

Desde hace ya bastante tiempo, nosotros, en la Iglesia en la que Dios nos ha colocado como familia, hemos elegido reunirnos con Jesús como si Él estuviera diciendo la verdad cuando dijo que estaría en la sala como Cabeza de la Iglesia. No estoy abogando por el caos, ni ha habido caos en el tiempo que se nos ha brindado en Su Iglesia, ahora por más de 35 años. Es cierto que es posible que de vez en cuando sepamos de antemano de alguna enseñanza o exhortación que es apremiante y que necesita ser llevada a la Iglesia de Jesús. No estoy sugiriendo que la informalidad y la falta de «consideración de cómo podemos estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras» sean inherentemente espirituales. Lo que estoy diciendo es que podemos escribir de Jesús fuera del guion con nuestras grandes ideas, cantos, oraciones y estudios bíblicos, si estamos operando bajo ceguera religiosa. Lo que digo es que estoy decidido a no volver circunscribir a Jesús a eso si puedo evitarlo.

Durante cuatro meses, en probablemente 70 veces, ha habido ocasiones en las que he venido preparado para ofrecer algo a los Santos (incluso con fotocopias de algo en la mano), y todavía no he compartido eso hasta el día de hoy. Todo debe estar sujeto al tiempo de Dios, y no a nuestro intelecto y tiempo de preparación. El razonamiento del mundo religioso es: «Si dedico 40 horas a preparar el “sermón”, y esperan que lo predique el domingo, será mejor que me ponga a hacerlo, ¿cierto?». Pero no es así en el Reino de Dios, donde Jesús dirige la reunión. Una persona puede poner sus 40 horas (poner su vida y no solo un «mensaje»), pero no debe asumir que lo que Jesús quiere es que se presente un «sermón» PARA DIOS el domingo por la mañana. (al fin y al cabo, «Sermones» y «Servicios del Domingo por la mañana» son conceptos hechos por el hombre. Si es la Biblia la norma que estamos usando, búscalo ahí y no lo encontrarás). Esto simplemente no es la naturaleza del Reino. Tal vez una enseñanza puede ser ofrecida a los Santos de un hermano en la Familia que ha pasado muchas horas en oración y consideración de una verdad particular. Sin embargo, Dios no respalda todo aquello en lo que hemos decidido invertir mucho tiempo.47 Tu trabajo es preparar tu vida, no preparar «sermones». Prepara tu vida, no los estudios bíblicos. Esconde tu vida en Cristo, llénate del Espíritu y Él hablará lo que le plazca. Si hacemos esto, Él tendrá vasos de barro que puedan hacer Su Obra (Mt. 10:20).

Si permitimos que el Verbo se haga carne en nosotros, Jesús podrá hacer Su Obra entre nosotros. Él no necesita nuestra «ayuda». Hacer planes con cinco años de anticipación con pequeños calendarios de quién, cómo, cuándo y dónde vamos a hacer todo es una afrenta directa al actual Señorío de Jesús sobre Su Iglesia. ¿Te imaginas a los Doce haciendo eso cuando Jesús estaba con ellos? (Por lo general, sin embargo, este «guion» es de buenas intenciones, en lugar de las otras posibles motivaciones de miedo al fracaso, o el orgullo y la ambición de impresionar a los hombres).

Los planes siempre suenan muy bien. Por ejemplo, una «reunión de oración toda la noche del miércoles veintitrés» suena tan respetable como espiritual. Sin embargo, sé que recuerdas desde tu más temprano conocimiento de Jesús que nuestro Señor enseñó que si hay algún problema en nuestras relaciones personales no se nos permite orar. ¿Recuerdas? Debemos poner nuestra ofrenda en el suelo y arreglar esa relación primero. Claramente, la oración puede no ser lo que Jesús quiere que hagamos en esa noche en particular. Si no estamos abiertos a esa posibilidad, vamos a perder mucho con el tiempo.

«¿Qué puede haber de malo en comenzar regularmente nuestra reunión con treinta minutos de alabanza y adoración?», se preguntarán algunos. Como dijo un hermano de Gran Bretaña: «Comenzar una reunión con treinta minutos de alabanza y adoración preprogramados no es diferente de fijar un tiempo planeado para besar a su esposa». Es un poco superficial, ¿no te parece? Al menos, ¡pregúntale a tu cónyuge lo que pensaría!

Yo añadiría que la adoración en un «servicio de adoración» escenificado y preprogramado puede ser bastante similar a besar a un televisor que proyecta la imagen de una persona a la que quieres. La persona que estarías besando se parece a la persona real, y en cierto sentido el beso estaría dirigido a la persona real (no a una persona diferente que es una falsificación), ¡pero aun así estaría lejos del artículo genuino! Al igual que la adoración preprogramada, no sería lo mismo que el desbordamiento espontáneo de la vida, ¿verdad?

Todo debe estar sujeto a la Vida y al tiempo de Dios, y no a nuestro intelecto, experiencia en mercadotecnia, facilidad para el drama, o tiempo de «preparación». Si elegimos continuar robando el Sacerdocio y manejando nuestra dirección en reuniones para protegernos de errores, tiempos aburridos, e intentos de sabotaje, será la ruina. Perderemos muchas oportunidades de explorar la verdadera Zoe-Vida Creativa y Jubilosa48 del Padre.

Para que nadie exagere (como siempre hacen algunos), también hay un momento adecuado para planificar con antelación. En ocasiones, como cuando hay que alquilar instalaciones (en ciertos casos, como un parque, o un campamento, un gimnasio, una pista de patinaje o un auditorio) o comprar entradas para un evento, planificar con antelación es una necesidad.

Recuerdo otro caso en el que fue necesario planificar. Sabía que Dios nos haría atar cabos sueltos en relación con algunas cosas que debían enseñarse en la iglesia de aquí. Planeamos profundizar en tres temas a medio completar. Como Iglesia necesitábamos más iluminación en estas áreas en particular. Y yo había leído una Escritura: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar Su obra», y me convencí mucho de que todos los «temas abiertos» que habíamos comenzado, como la enseñanza específica sobre «las artimañas de Satanás», estaban incompletos y necesitaban ser terminados. El pan del Padre es terminar Su obra, y a veces se necesita cierto grado de disciplina para hacerlo. Por eso era muy importante para mí que se ataran algunos de esos cabos sueltos. Esa fue la primera vez en mucho tiempo que alguien escribió un horario para la semana. En aquel momento, me pareció correcto y necesario planificar con antelación (aunque no ha vuelto a ocurrir desde entonces). Aunque todos estábamos abiertos a cualquier otra dirección que nuestro Dios quisiera darnos durante la semana,49 atar todos los cabos sueltos era algo que todos estábamos bastante seguros de que tenía que suceder esa semana en particular.

Habrá casos en que las reuniones se organicen con mucha antelación. No hay que descartarlo en un sentido legalista, como tampoco hay que fijar los horarios sistemáticamente. Lo que quiero decir es que hay que estar abierto a Dios. Y no te preocupes por el «problema de comunicación» (convocar a toda la Iglesia incluso con poca antelación, incluso en una «noche de escuela»). No es tan grave como alguien podría imaginar. Especialmente si todos «buscan primero el Reino» en lugar de tratar de encajar el Reino en sus propias vidas y prioridades pecaminosamente desordenadas. (Si la Iglesia no está compuesta por cristianos, Lucas 14:33, ¡no es realmente una Iglesia de todos modos! Su «candelero» ha sido eliminado).50

Jesús quiere un Pueblo del que Él pueda ser verdaderamente la «Cabeza», un «Cuerpo» que sea hoy tan absolutamente receptivo a Él, minuto a minuto… como Su cuerpo físico lo era a Su cabeza cuando Él estaba aquí en la tierra hecho carne. Sin titubeos. Sin acciones anticipadas.

Capita Roja

Niño pequeño, caminando junto al Padre

Listo para enfrentarse al mundo

Cogidos de la mano, nada puede interponerse

Estás así de cerca

Caminando hacia el océano

Mar de amor sin miedo

El sol se levanta; tus ojos son tan grandes

Llevándolo adentro

Estar con Él es suficiente

No necesitas nada, porque Él está EN ti

Tu pequeña capa roja, soplando en la brisa

Esto es lo que significa ser libre

Es un lugar en el que podría estar eternamente

Déjate querer

Toma Su mano y síguelo

Listo para dejarte fascinar por Él

Deja que Él te haga girar, y ve a dónde irás

Estar con Él es suficiente

No necesitas nada, porque Él está EN ti

Tu pequeña capa roja, soplando en la brisa

Esto es lo que significa ser libre

Es un lugar en el que podría estar eternamente

Porque cuando todo se haya ido

Él seguirá ahí

Solo mantén tu mano en Su mano

Aunque duela un poco

Puedes entrar en cualquier cosa y estar bien

Estar con Él es suficiente

No necesitas nada, porque Él está EN ti

Tu pequeña capa roja, soplando en la brisa

Esto es lo que significa ser libre

Ahí es donde estaré por la eternidad

Te ha llenado

Con lo que dan ganas de estar

en lo alto de un árbol cuando sopla el viento.

—Veronica

ENDNOTES

47 La Biblia está llena de enseñanzas acerca de que la Palabra de Dios no es simplemente algo que pueda ser aprehendido y comprendido por la mera búsqueda intelectual. Puesto que el Espíritu de Dios vivo es el autor de las Escrituras, solo (como insistieron tanto Jesús como Pablo) por el mismo Espíritu podemos aprehender verdaderamente las Verdades contenidas en ellas. «Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente». Se requiere una vida santificada enteramente a Él. De lo contrario, podemos aspirar a ser un gran «maestro de la Biblia» y estar totalmente en el campo izquierdo, como un juicio de Dios. «Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman». Tienen la ambición de ser maestros de la Biblia, pero no entienden las palabras que usan ni los temas sobre los que hacen afirmaciones dogmáticas (1 Co. 2:11–3:1; 1 Ti.1:5-7; 2 T. 2:10-12; Mt.11:25-27). Estas son afirmaciones de la capacidad y el derecho de Dios de cegar las mentes de aquellos que no ofrecen verdaderamente sus vidas a Él, sino que simplemente intentan alcanzar las alturas de Dios construyendo una torre babilónica de palabras religiosas. No funcionará. ¡Entrégale a Él tu vida primero!

48 «Zoe» es la palabra griega que Jesús usó para contrastar el tipo de vida que la gente tiene sin Él (animal, de este mundo, natural «psuche»-vida, la palabra de la que hemos derivado la palabra «psicología») con la Vida que es verdaderamente Vida. Su Vida dentro de aquellos que ponen su confianza en Él. Vida que brota de la Eternidad. Vida que existía en Dios y en su Cristo antes de que el mundo fuera.

Juan 10:10-11:

«Yo he venido para que tengan Vida (Zoe), y pafra que la tengan en abundancia… el Buen Pastor da su vida (psuche) por las ovejas».

No cabe duda de que el verdadero cristianismo, comprado con la sangre del Cordero, es impresionante: la propia Zoe de Dios soplada en los simples mortales (Jn. 5:24-26, 3:15, 6:35, 6:63; Hch. 3:15; Col. 3:4; 1 Jn. 3:14; 2 Co. 5:4; 2 Tim. 1:10).

49 Juan 4:13-17; Mateo 6:34.

50 Apocalipsis 2:5.

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