Capítulo 13: Oración colectiva

16/12/1990

Ora en reuniones públicas si hay una oración en tu corazón,
no
sí:

a) es tu turno en una «oración en cadena»:

b) alguien te ha asignado una oración de apertura o de clausura;

Hacer tal cosa como asignar a alguien con varios días o semanas de anticipación para que sea el «orador» oficial (o, para el caso, el «sermoneador») es ¡pobre, pobre, pobre! ¿Quién puede saber con varias semanas, días o incluso horas de antelación quién funcionará con pureza, fe y sinceridad, y, por tanto, quién es capaz de hablar en nombre de otros ante el Trono de Dios? ¡¿Quién sabe siquiera de antemano que una «oración» o un «sermón» es lo que Dios desea que suceda en la ocasión en cuestión?!

c) quieres poner tu granito de arena para que nadie se pregunte si eres espiritual o no;

¿Alguien se siente identificado? No quieres que nadie te pregunte cómo estás, así que de vez en cuando oras o dices algo. ¿Verdad? De esa manera, nadie se preguntará si lo estás haciendo bien. Por favor, no hagas eso.

d) quieres orar para llenar los vacíos, de modo que ni tú ni Dios se sientan avergonzados por la pausa en la acción.

Si en realidad la oración brota de tu corazón, ora. Si no, no lo hagas. O si estás moviéndote deliberada y enérgicamente hacia Dios, ora a pesar de no estar rebosando en ese momento.

También, por favor, ¡deshazte de los clichés religiosos de la oración (mantras protestantes y de católicos) que tan fácilmente salen de nuestros labios cuando somos perezosos, estamos vacíos o tememos a la opinión de los hombres! A Dios no le gustan.

El viaje

Miré a Tus ojos, y dejé de tener miedo

Porque vi la misericordia allí y el sendero que Tú habías trazado

No podía entenderlo todo. Pero es todo lo que Tú habías planeado

Siendo trabajado perfectamente en la Palma de Tu propia Mano

No conozco el camino que me espera, ni las vueltas y revueltas que me aguardan,

Pero esto sí lo sé: TÚ eres Fiel y Verdadero y no puedo pedir más.

Tu carácter es Digno de confianza, eres una Roca sólida

Amor inquebrantable e inmutable, Sabio Pastor de Tu rebaño.

Alcé la mano para agarrar Tu mano, y encontré Tu Mano extendiéndose hacia abajo

Tu Mano había estado ahí todo el tiempo, mientras yo miraba al suelo

Tu Mano siempre está ahí para agarrar. Estás guiando, conduciendo, entrenando

Haciéndonos parecer a Tu Hijo que siempre está reinando

No se trata de éxito o fracaso, sino de Tu Fidelidad a lo largo del camino Momento a momento Eres Glorificado y Tu Amor prevalecerá

Te muestras Fiel, Eres Digno Rey y Señor.

Tú eres nuestra Herencia, nuestra Gran Recompensa.

—Laura

 

lavidadecristo.com
Español Languages icon
 Share icon