Esperando a Dios en Nuestras Vidas
6/1/2003
Setiembre, 1996, Mulowe, África.
(Algunas verdades preciosas compartidas durante algunas horas juntos con algunas personas en Malawi)
¡JUNTOS!
¡Exaltemos Su nombre, juntos para siempre!
Yo busqué al Señor,
¡Él me oyó y me libró de mis temores!
Exaltemos Su nombre, juntos para siempre,
¡Oh, canten Sus Alabanzas, engrandezcan al Señor!
En este cántico basado en el Salmo 34, la palabra “juntos” destaca en el coro. “Exaltemos Su nombre, JUNTOS para siempre.” Existen muchas otras cosas especiales en este cántico sobre adorar a Dios, sobre Dios oyendo nuestro clamor de oración y Sus ángeles protegiéndonos del mal y de los temores y sobre Dios proveyendo nuestras necesidades y dándonos buena comida de Su tierra. Todas estas cosas son muy especiales. Pero Dios quiere que hagamos estas cosas JUNTOS. Eso es lo más especial de todo.
La Vida se Vuelve la Luz de los Hombres
Es un pensamiento común que debemos esperar en Dios para saber cómo comportarnos juntos en una reunión del pueblo de Dios y que debemos realmente buscar Su rostro para ver lo que Él desea. Esto es muy verdadero. Pero yo creo que muchas veces no es que estamos esperando en Dios para saber qué hacer en una reunión, mas estamos esperando en Dios para saber qué hacer en nuestras vidas. Mucho de lo que es enseñado cuando los santos están juntos viene de tiempos en que los santos andan y lloran juntos cuando no están en una reunión. Después, cuando los santos están juntos, conversan sobre el resultado de aquellos tiempos juntos. Cuando Dios está haciendo nuestra relación unos con los otros más profunda, Él trae Sus enseñanzas del cielo para nosotros. Algunas veces Él trae estas enseñanzas para nosotros a través de dolor en una relación, algunas veces por el dolor del fracaso, algunas veces por el dolor del pecado. Otras veces Dios nos enseña por medio de grandes victorias, algunas veces Él usa los milagros para sorprendernos. Pero todo eso sucede en la vida diaria y al nosotros esperar en Dios en nuestras vidas diarias juntos.
Conversamos sobre Jesús unos con los otros todos los días y resolvemos nuestros problemas juntos para aprender de Él todos los días. Levantamos los brazos unos de los otros diariamente cuando estamos débiles. Porque nuestras vidas están preparadas y esperando en Dios, puede acontecer que cuando todos los santos están juntos, alguien dice: “Tengo un problema”. Y tal vez otro estaba pasando por un dolor y descubrió la sonrisa de Dios por el dolor. Entonces cuando los Santos están juntos, este hermano o hermana sería capaz de hablar y compartir lo que él (ella) aprendió con los otros. Como pueden ver, la enseñanza no vino de esperar en Dios encerrados y preguntándole que ‘enseñar’, aunque eso podría suceder. En lugar de eso, vino a través de esperar en Dios en nuestras relaciones diarias, obedeciendo a Dios en las pequeñas cosas de nuestras vidas y levantando el brazo del uno al otro para ayudarnos unos a otros. Las enseñanzas de nuestras reuniones surgen de las vidas compartidas diariamente. Las cosas que Dios me enseñó hoy en la mañana al caminar por el camino con un hermano o hermana, cuando nosotros reímos o lloramos juntos—de alguna manera estas cosas surgen durante la reunión. La VIDA hace las reuniones.
Es lo Mismo Ahora
En Juan 1 fue dicho sobre nuestro Jesús que la Vida se volvió la luz de los hombres. Una luz para que otros puedan ver vino de la vida que Él llevó. Es lo mismo ahora. Al vivir nuestras vidas para Jesús en el camino correcto y al ayudarnos unos a los otros de todo corazón, entonces la vida se vuelve la luz de los hombres. Entonces, esperamos en Dios en las reuniones, pero principalmente esperamos en Dios delante de unos de los otros todos los días. Las reuniones se vuelven el RESULTADO de todos amándonos uno al otro. Las enseñanzas profundas de Jesús a veces surgen de los dolores profundos del corazón. Aprendemos de la magnificencia de la paciencia y del amor de Jesús al tropezar con situaciones en nuestras vidas y necesitamos experimentar Su paciencia y misericordia. Entonces somos capaces de compartir juntos.
Es muy importante entender estas cosas, porque la mayoría de nosotros tiene pensado que las reuniones son el centro de atención del Cristianismo. ¿Será que Jesús tenía una reunión todas las semanas con los discípulos? No. ¿Todos los martes en la noche, todos los domingos en la mañana? No, no fue lo que Él hizo. Él aún no lo hará. Es lo mismo ahora como fue en aquella época. Él nos enseña al levantarnos, al sentarnos, al andarnos por el camino juntos. Las reuniones son cuando la familia está junta, al levantarse, al sentarse, a lo largo del camino…JUNTOS. La Vida se vuelve la luz de los hombres. Por eso es tan importante que nos miremos y nos amemos unos a los otros fuera de nuestras “reuniones”. Dedicamos nuestras vidas unos por otros allá afuera todos los días. En 1 Corintios 11, el apóstol Pablo dice que si no nos amamos realmente unos a otros ni levantamos los brazos débiles unos de otros todos los días, entonces nuestras reuniones más hacen daño que bien. Decidamos pasar nuestras vidas juntos, en lugar de nuestras reuniones o enseñanzas, convirtiéndonos en la luz de los hombres.
Pidiendo al Padre Juntos…
Tú eres un Padre querido. Por favor déjanos oír solamente las cosas verdaderas y no las cosas que el enemigo grita en nuestros corazones. satanás es llamado el padre de todos los mentirosos. Él quiere mentirnos constantemente, contándonos falsedades. Sabemos que nuestro enemigo es mentiroso. Él también es un asesino. Él quiere hallar maneras para matarnos. Pero sabemos que Tú nos amas profundamente y Tú quieres traernos verdades preciosas que nos libertan. Te imploramos Padre que nos des ojos que vean a través de la mentira. Sabemos que lo vamos a conseguir porque Tú estás de nuestro lado. Gracias por esta promesa. Gracias por esta Esperanza. Las Escrituras lo dicen y nosotros sabemos que la ESPERANZA no nos decepcionará. Confiamos en Ti, por tanto no seremos avergonzados. Nosotros viviremos y no moriremos, por el poder de Jesús. Tú eres un Rey Soberano. Tú decides cuando la lluvia cae y si la tierra dará su cosecha. Tú decides si las nubes traen la sombra o si el sol es abrasador. Tú decides si los riachuelos corren calmados y limpios o si son amargos y nos dejan enfermos. Tú decides si nuestros hijos e hijas crecen saludables hasta quedarse viejos y si el trabajo de nuestras manos es un fracaso o un éxito. Tú decides si nuestras conversaciones traen dolor o gozo uno al otro. Tú decides si hay paz y fuerza o tristeza y debilidad en nuestro corazón. Tú eres el Único que puede perdonar todos nuestros pecados y llevarnos por un camino que es verdadero. La buena noticia es que Tú nos amas mucho; Tú eres un Rey Soberano y tienes todas las cosas bajo Tú control, es una buena noticia para nosotros que Tú estés lleno de compasión, misericordia y bondad. Un Rey Soberano, si… pero también un maravilloso amador y amigo. Muchas gracias por ser nuestro amigo. Tú nos llevarás al otro lado en victoria. Grande es Tú nombre.