Un Aspecto de Que Significa ser Sacerdote

6/1/2003

Mzuzu, África, 1996.

Nada de Cargos Especiales—Todos Somos Sacerdotes

El libro de Apocalipsis dice que Jesús nos compró y nos hizo un Reino y sacerdotes para que sirvamos a nuestro Dios (Ap. 5). Si todos vamos a ser sacerdotes, vamos a tener que saber lo que significa ser un sacerdote. Si vamos a experimentar el poder de Dios en nuestras vidas, necesitamos coincidir con el pensamiento de Dios para nuestras vidas. Jesús dijo: “Id….. Y estaré con ustedes”. Él nos enseño: “Haz mi voluntad…. y Yo te daré vida y poder”.

El falso cristianismo por muchos años ha disminuido a las personas. Ha levantado algunas pocas personas, causando algunos “líderes” que quedaron ricos y famosos mientras ha disminuido a la mayoría de las personas. En los Estados Unidos, India, Polonia, Rumania, Brasil y en todo el mundo hay Cristianos “héroes” y hay Cristianos de “segunda clase”. Esto está muy equivocado. Jesús dijo a los 12 apóstoles, en Mateo 23, no llamar a nadie de “padre”, “maestro”, o “jefe”. Todos somos hermanos y ustedes tienen un Padre. No hay “héroes” en el Cristianismo Verdadero, a no ser Jesús. No debe haber jefes oficiales que controlen las decisiones, el dinero, y las personas a no ser Jesús dentro y mediante Su Pueblo juntos por Su Espíritu Santo.

Un Sacrificio Vivo

Cuando Dios quiere que seamos sacerdotes, Él tiene un pensamiento en mente. Un sacerdote ofrece sacrificios espirituales para Dios. Usted puede hacer esto. Dios quiere que hagamos esto. No es para “héroes”. Es para todos nosotros. Un sacrificio espiritual tiene muchas partes: Una, como Pablo dice, es ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo. Dios quiere que usted sea un sacerdote al ofrecer su cuerpo como sacrificio vivo. Jesús quiere su lengua, sus ojos, y sus oídos. Jesús también quiere su mente, sus manos, y sus pies. Usted puede ofrecer sus miembros del cuerpo como instrumentos de justicia. O puede entregarlos al pecado, egoísmo, orgullo, deseos y al miedo. Pero Jesús quiere que ofrezcamos a Él todas las partes de nuestro cuerpo como sacrificio todos los días y así seremos sacerdotes. La mayoría de las personas conoce esta primera parte sobre ser un sacerdote, o sea ofrecer sus cuerpos como sacrificio vivo. La mayoría no hace esto, pero la mayoría sabe sobre esto. ¿Usted hará esto?

Sirvan a las Personas y AyúdenseUnos a los Otros a Ser Más como Jesús

Otra función o parte de ser un sacerdote en el Antiguo Testamento, que muchos no saben, era servir a las personas—no sólo ofrecer sacrificios, sino también servir a las personas. Un sacerdote en la Vieja Alianza traía a Dios para las personas. Ahora, en la Nueva Alianza todos nosotros somos sacerdotes. Si usted es verdaderamente un seguidor de Jesús, usted es un sacerdote. No nos sentamos y asistimos al sacerdote para hacer la obra de Dios. Nosotros somos sacerdotes. ¿Usted cree en su corazón que es un sacerdote? Entonces traiga a Dios para las personas. Tiene dos maneras en que usted puede traer a Dios a las personas. Una manera es hablar para los otros en su barrio sobre Jesús. Todos somos sacerdotes, entonces todos llevan a Jesús para sus vecinos, amigos y familiares. ¿Amén?

Un sacerdote también trae a Jesús para la familia de Dios. Nosotros hablamos a las personas sobre Jesús y como Él es, pero hay otra manera en que traemos a Jesús a las personas. Déjeme ser bien práctico. Si usted es un sacerdote, usted ayudará a los otros a parecerse más a Jesús. Si miramos hacia una foto de Jesús en nuestro corazón y vemos Quien Él es, entonces percibimos que hay una diferencia entre nuestros hermanos y hermanas y Jesús; como sacerdotes, vivimos para que se conviertan iguales a Jesús. ¿Jesús es egoísta? ¿Nuestros hermanos y hermanas son egoístas? Usted es un sacerdote. Ayúdelos. ¿Jesús tiene miedo? Si usted ve un hermano o hermana que vive atemorizado, ayúdelos. ¿Para Jesús es importante tal como los niños pequeños? Él dijo: “traigan a los niños pequeños a mí.” ¡Si usted ve un hermano o hermana que no ama o no cuida a los niños, ayúdelo a cambiar! Eso es lo que hace un sacerdote. Ayude a todos a convertirse más como Jesús. ¿Si Jesús fuese casado, si Jesús estaría enojado con su esposa le gritaría a ella? ¿Si Jesús fuese una esposa, piensa que Él estaría enojado o sería egoísta con su marido? Usted sabe las respuestas de estas preguntas. ¡Jesús es Maravilloso en TODO!

Ustedes son sacerdotes. Necesitan ayudar a sus hermanos y hermanas a parecerse más a Jesús. Esto es muy arriesgado. Hay un cierto peligro que lo acompaña. ¿Por qué? Porque alguien puede pensar que usted es orgulloso o está juzgando. Pero no, usted está siendo un sacerdote como Dios lo llamó a ser. Nosotros no queremos tener orgullo o ser jueces. Nosotros queremos tener un amor profundo en nuestros corazones para con todos. Necesitamos implorar para que ellos cambien y se conviertan más como Jesús—porque somos sacerdotes de Dios. Cada uno de nosotros es un sacerdote de Dios. Pero tenemos nuestros problemas también. Hay cosas, en cada uno de nosotros que no son exactamente como Jesús es. Si yo creo que usted es un sacerdote, necesito oírlo cuando vea cosas en mi vida que no son iguales a Jesús. Debo invitarlo a usted, como un sacerdote, a ver cosas en mi vida para que me pueda ayudar. Necesitamos tener valor y amor para ayudar a los otros. Tenemos que tener valor y humildad para abrir nuestra vida a los otros para que nos ayuden. Iglesia NO es un lugar adonde usted va. Iglesia son personas siendo sacerdotes juntas. Ustedes se convierten en Iglesia cuando cada uno ayuda uno al otro, todos los días, a convertirse más como Jesús. Ustedes no son Iglesia porque van a algún lugar y escuchan. Ustedes son Iglesia porque se interesan profundamente unos por los otros cada día. La Iglesia es llamada el Cuerpo de Cristo. Si no ayudamos unos a los otros para convertirse más como Jesús, entonces no somos parte de Su Cuerpo. Necesitamos ayudarnos unos a otros.

Santo Padre, Dios Todo Poderoso, es nuestra oración juntos que Tú abrirás nuestros ojos y los de tus hijos en todo lugar. Santo Dios, muéstranos como ser sacerdotes. Imploramos a Ti por valor, ayuda y sabiduría para podernos ser útiles unos en la vida de otros. Nosotros te imploramos por humildad y valor para abrirnos a los otros para que tengan esta misma libertad en nuestras vidas. Nosotros necesitamos tanto de Ti. Queremos ser Tu Iglesia. Queremos derribar las puertas del infierno y amarnos unos a los otros para madurar espiritualmente. Espíritu Santo, ayúdanos y enséñanos Tus caminos. Ayúdanos a cambiar rápidamente. Nosotros realmente Te amamos mucho. Danos de Tu sabiduría. Sabemos que Tú Casa es construida con sabiduría y necesitamos de eso desesperadamente. Amén.

Resolviendo Problemas

“Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que ‘todo asunto se haga constar por el testimonio de dos o tres testigos’. Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado. “Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. “Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mateo 18:15-20 NVI).

La mayoría de las personas cuando escuchan el versículo 20, piensan que esto quiere decir que cuando la Iglesia está junta y estamos alegremente adorando, significa que Jesús está ahí. Cantamos alabanzas a Jesús, nos sentimos bien, sentimos Su presencia. Aunque sea verdad, el versículo 20 no es sobre esto. Este versículo habla sobre personas que están juntas y Jesús viniendo para estar con ellas, pero Jesús no está hablando sobre adoración, Él está hablando sobre como resolver problemas. Está diciendo que mientras somos sacerdotes y ayudamos unos a los otros a ser más como Él, habrán momentos en que necesitamos llegar y hablar unos con los otros sobre cosas reales. Si usted me ve siendo egoísta, usted necesita decirme esto. Hermanas, si ustedes, ven a su hermana chismosear, necesitan hablar con ella sobre esto. Chismosear es pecado. El chisme rompe el corazón de Dios. Es calumnia y hiere a Jesús. Cuando distinguimos que estas cosas son pecados y que lastiman a Jesús, como sacerdotes y como el Cuerpo de Cristo, necesitamos ayudarnos unos a los otros.

Jesús dice que si hay pecado, usted necesita ir “ve a solas con él” (v.15). No queremos avergonzar o lastimar a nadie, más en amor, queremos simplemente que él se convierta más como Jesús. Si un hermano fuera egoísta o chismoso, él no puede oír a Dios. Queremos que él oiga a Dios, entonces, necesitamos ayudarlo. Si fuera egoísta, u orgulloso, o maldicen, no consiguen amar a Dios o a otras personas muy bien. Por esto, como sacerdotes, necesitamos ir a él y ayudarlo a ser más como Jesús. Necesitamos ser muy humildes. No estamos apuntando con el dedo y condenando, estamos implorándole de rodillas, para que dé su vida a Jesús. Queremos tanto que tengan una amistad con Dios, pero no pueden tener está amistad mientras tengan pecado en su corazón. Por eso nuestro maestro dice: vaya hasta él y a solas. No lo avergüence o humille. Ameló. Pero vaya a él para ayudarlo. Usted es un sacerdote, necesita ir.

¡Si Otros Dos ó Tres Vienen… Jesús También Vendrá!

Jesús nos da soluciones para los problemas si las cosas son difíciles. Si fueras a un hermano o hermana en humildad para intentar ayudarlos y ellos dijeran: “Oye…no pongas tu nariz donde no debes. Yo no quiero escuchar”, o ellos dijeran: “¡No me juzgues! Saca la viga de tu propio ojo.” Jesús nos da una solución para este problema. Hay una posibilidad de que usted esté equivocado, pero así mismo usted necesita ir si piensa hacer lo correcto. Necesita intentarlo. Si usted tuviere miedo de intentar, entonces no puede ser un sacerdote. Para hacer que Jesús quede contento con nosotros, necesitamos intentarlo. Habrá veces en que usted estará equivocado, pero todo estará bien porque aprenderá también con esto. Jesús habla también que si usted va hasta su hermano o hermana y él (ella) no te escucha, entonces traiga dos o tres para intentar ayudar. Esto no es una enseñanza sobre “disciplina en la iglesia”. Esto es una enseñanza sobre como ayudarnos unos a los otros.

“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mateo 18:20).

¡¡¿Usted ve la belleza de esto?!! Se necesita traer otros dos o tres para que hablen con este hermano o hermana, entonces Jesús también viene. Donde dos o tres están reunidos para hacer Su trabajo, Jesús viene. Este versículo no es sobre un culto de adoración. Es sobre trabajar juntos para ayudarnos unos a los otros a que se conviertan más como Jesús. Si vamos a un hermano o hermana y él (ella) no nos escucha porque no entiende o no le gusta, entonces traemos otros dos o tres con nosotros. Esto es un mandamiento de Jesús. Él no dice que, si no te escuchan, usted puede simplemente olvidarlo o que debe orar sobre esto. Él dice que, si no te escuchan, debes traer otros dos o tres hermanos o hermanas respetados y el vendrá también. Si fuéremos en Su nombre para hacer Su trabajo, Él vendrá para ayudar. Todavía continúa y dice que si aquella persona todavía no escucha a dos o tres testigos, entonces díganlo a la Iglesia entera. Una vez más, esto no es sobre “disciplina”. Es sobre traer a todos los sacerdotes para juntos ayudar a resolver un problema. Esto es muy, muy bueno.

Nuestro Jesús es muy, muy sabio. Él es un Consejero Maravilloso ¿no es así? Jesús dice que si tuviéremos problemas al hacernos sacerdotes, o al intentar ayudarnos unos a otros, podemos traer a más personas para que ayuden. Si yo vengo a usted y pienso que hay pecado en su vida y usted no está de acuerdo, tal vez es porque yo esté equivocado. Tal vez yo no estoy viendo las cosas correctamente. Cuando yo traigo dos o tres testigos, tal vez me van a decir que yo estoy equivocado. ¡Entonces Jesús gana y todo el mundo crece! Esto es algo muy especial que ustedes necesitan entender si son sacerdotes. No siempre esto quiere decir que no habrá dificultades, pero necesitamos tener valor y amor. Necesitamos obedecer a Jesús en lo que Él dice sobre lo que debemos hacer cuando las cosas no van bien. Si las cosas no funcionan bien, necesitamos involucrar a otras personas para juntos escuchar a Jesús. Algunas veces una persona está en lo correcto, otras veces la otra. A veces las dos están en lo correcto y no nos entendemos. Algunas veces ambas están equivocadas. Pero cuando obedecemos el mandamiento de Jesús y traemos a otros dos o tres—si estuviéremos escuchando a Jesús y realmente nos interesamos—entonces Jesús resolverá nuestros problemas y nos ayudará.

Una Herramienta Maravillosa

El Sumo Sacerdote ayudará a todos Sus sacerdotes. Pero tendrá que ser a Su manera y no debemos ser perezosos y decidir no hablar nada. No debemos tener miedo de traer a otros para conversar sobre esto. Y si alguien viene a nosotros para conversar, vamos a estar dispuestos a invitar otros dos o tres para conversar con nosotros también. Porque amo a Jesús y amo la verdad, estoy dispuesto a estar equivocado. Invitar a otros para que ayuden es una demostración maravillosa de la sabiduría de Dios. Yo sé que si otros dos o tres vienen, Jesús también vendrá.

Como sacerdotes, necesitamos pensar sobre estas cosas y ponerlas en práctica. Esto no es un juego. No estamos intentando lastimarnos unos a los otros yendo y volviendo, hablando todo el tiempo. No es sobre ser un policía. Es más sobre amar unos a los otros lo suficiente como para intentar ayudar. Donde hay pecado los oídos están tapados para escuchar a Dios. Donde hay pecado los ojos están ciegos para ver a Dios. Entonces, como sacerdotes, para ayudarnos unos a los otros a escuchar y ver a Dios, necesitamos ayudar a quitar el pecado.

Jesús nos da estas herramientas. Si no podemos resolver el problema uno a uno, entonces Él nos da como sacerdotes la herramienta de traer a otros para ayudar a resolver el problema. Esto es verdad hasta en el matrimonio. Si mi esposa tuviere un problema conmigo y no la escucho, yo espero que ella obedezca a Dios y traiga otros dos o tres. Jesús no dice que todo esto es verdad con excepción del matrimonio. Él dice que estas cosas son verdaderas para todos los que creen. Estas cosas son verdaderas para todos los sacerdotes. Si mi esposa ve pecado en mí y yo no la escucho, ella necesita traer otros dos o tres. Yo quiero que ella haga esto porque yo amo a Jesús. ¿Es esto lo que todo el mundo quiere? Esto es un desafío ¿no es así?

Acepte el Bisturí…. Para Ser Curado

Todas las veces el bisturí causará dolor. Pero Jesús es el Gran Cirujano y Él corta el cáncer y nos hace sanos y fuertes. Esto, que estamos diciendo, va a doler un poco a veces. Pero si usted escucha a Jesús y es humilde y amoroso, Él lo hará bien fuerte, sabio y sano. Él curará todas las dolencias de tu corazón y cuerpo. Él pondrá un amor profundo en tu corazón y te dará Vida. Usted tendrá Ríos de Agua Viva fluyendo de su interior y Paz que sobrepasa todo entendimiento. Tendrás Gozo inexpresivo, lleno de Gloria. Tendrás el Poder de una Vida Indestructible. Si actúas como Jesús actúa y eres un sacerdote, usted no será una persona “normal”, sino será Lleno del Espíritu Santo y de Sabiduría. Pero tendrás que aceptar el bisturí para cortar el pecado. Quedaras alegre con la ayuda hasta cuando duela. Esta es la mente de un discípulo de Jesús.

Cualquier persona puede asistir a un culto y oír palabras. Pero Jesús nos llamó para que seamos sacerdotes y parte de su reino. Pablo reprende a los cristianos en Corinto cuando dice: “ustedes están actuando como simples hombres, como humanos normales”. Más Dios nos ha llamado también para juzgar hasta ángeles. Él nos llamó para que seamos Llenos de Vida, Gloria y Poder como Su Hijo Jesús. Pero necesitamos aceptar el bisturí para cortar el pecado. Necesitamos ayudarnos unos a los otros para que nosotros y la Iglesia podamos experimentar estas cosas que son muy reales. Dios dice: “Examíname, ponme a prueba y vea”. Obedezcan Sus caminos y sean sacerdotes todos los días. Seamos sacerdotes en nuestros barrios. Ofrezcamos nuestros cuerpos como sacrificios vivos y ayudemos a los otros a ser como Jesús y Dios derramará bendición tras bendición en nuestros corazones.

¡¡Venga Para Dar!!

Hay aún otro aspecto sobre ser un sacerdote que usted necesita entender. Esto es pequeño en comparación con las otras cosas que acabamos de conversar. Usted necesita ofrecerse como sacrificio vivo y traer a Jesús a las otras personas, ayudándolas a convertirse más como Él. Pero una parte de ser sacerdotes tiene también que ver con reuniones o tiempo juntos como iglesia. Si no estuviere ofreciendo su cuerpo como sacrificio vivo, amando a las personas en su barrio y ayudando a las personas a convertirse más como Jesús todos los días, entonces las reuniones no hacen la diferencia. Pero si estuvieren haciendo estas cosas como sacerdotes, entonces existe un aspecto más sobre ser sacerdotes.

Si Jesús estuviera físicamente presente ahora en este lugar, tal vez algunas veces estaría quieto. Pero la mayoría del tiempo Jesús tendría algo muy importante que decir. Jesús está presente ahora. Si crea realmente que usted es un sacerdote porque Dios lo dijo por la Sangre de Jesús (no porque te sientes digno, ni porque te sientes sabio y fuerte), entonces usted también necesita ser un sacerdote en las horas en que los santos están juntos. Si Jesús vive dentro de ti, si fuiste bautizado en Él para dentro de Su Vida y Espíritu, entonces también puedes oír a Dios. Como un sacerdote, Jesús también puede hablar a través de ti. Nunca vengas simplemente a oír o sólo cantar. Nunca vengas solamente para orar con todo el mundo. Si fueras un sacerdote, vendrás para dar. Podemos leer sobre esto en el libro de hebreos.

“Procuremos ayudarnos unos a otros a tener más amor y hacer el bien. No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.” (Hebreos 10:24-25 DHHe)

Este pasaje está hablando sobre cuando los santos están juntos. La primera parte habla sobre como considerarnos y ayudarnos unos a otros a crecer. “Consideremos como animarnos unos a los otros al amor y a las buenas obras”. Como un sacerdote, yo vengo pensando cómo puedo dar y como usted puede dar. Usted necesita tener el valor para decir lo que Jesús quiere que sea dicho. No tengas miedo de equivocarte. Si estuvieras equivocado, puedes crecer. Después el pasaje continúa: “No dejemos de reunirnos”. Necesitas estar junto a los otros santos frecuentemente y “más cuando ustedes vean que se aproxima el Día del Señor” al ver a Jesús aproximándose cada día más.

¿Fingiendo, Convenientemente?

Solamente algunas cosas dejaron a Jesús muy, muy enojado. Él estaba muy enojado con los hipócritas. Él se enojó con las personas que hacían de cuenta que eran algo cuando la realidad dentro de ellas era otra. Jesús estaba indignado con esto y aún lo está. No debemos hacer de cuenta que algo es verdad cuando realmente nuestros corazones sienten otra cosa. Necesitamos conversar sobre esto con nuestros hermanos e intentar resolver los problemas abierta y honestamente. Dios dice: “Confiésense sus pecados unos a otros”. Confiese y ore para ser curado. Muchas personas están bien enfermas física y espiritualmente porque no quieren abrir sus corazones y confesar sus pecados unos a los otros. Ellos tienen miedo de hacer esto. Pero en la Casa de Dios no debemos tener miedo porque nos amamos unos a los otros y queremos ayudar. No vamos a chismosear. Nosotros no vamos a rechazarte. Nos ayudaremos unos a los otros. Por eso podemos confesar nuestros pecados libremente. Entristecidos, si, más no con miedo. Jesús nos ayudará y nos purificará. Pero si hacemos de cuenta que no tenemos pecado, somos hipócritas y Jesús se ira. Jesús estaba y aún está indignado si somos hipócritas. No queremos a Jesús enojado con nosotros, ¿lo queremos? Entonces necesitamos abrir nuestros corazones.

No Entierre Su Talento

Jesús estaba enojado con otro tipo de persona también. Él se enojó con un hombre que enterró su talento. Jesús lo llamó siervo malo y lo lanzó a las tinieblas. Lo que estoy diciendo a usted, sobre ser sacerdote, es, no entierre su talento. Dios ha dado algo especial en la vida de cada uno de ustedes. Si usted es un sacerdote, use aquí lo que Dios le ha dado. El hombre en la parábola que enterró su dinero estaba con miedo. Jesús estaba muy triste con aquel hombre por enterrar su talento. Jesús no desea que, cuando todos los santos estuvieren juntos, usted sólo venga a sentarse y asistir. Él no quiere que usted entierre lo que Él ha colocado dentro de usted. Usted es un sacerdote. Tenga valor, fuerza y fe en Dios para hablar por medio del don que Dios dio a cada uno de ustedes. No tenga miedo como el hombre de la parábola.

Consideren como ustedes pueden estimularse unos a los otros. Si usted es un sacerdote en su barrio, con otros creyentes y en Su Cuerpo, entonces usted puede ser un sacerdote con los santos cuando están juntos. Usted necesita estar dispuesto a traer un cántico que es especial para usted. Enseñe a los demás un cántico que usted aprendió cuando estaba orando con Jesús por la mañana. Tal vez usted había leído uno de los salmos y había pedido a Jesús que le diera una melodía para ese cántico. Y después, como un sacerdote, usted trae a todos los santos y juntos les enseña a ellos el cántico que Jesús le dio. Esto es ser un sacerdote. Usted debe estar dispuesto a hacer esto como un sacerdote. No entierre su talento.

Tal vez algún hermano venga y hable contigo sobre un pecado en tu vida y lo escuchas y eso trae lágrimas a tus ojos. Así como Natán habló con David, y él tuvo un corazón quebrantado. Dios manda un Natán (un hermano) a usted para hablar sobre un pecado en tu vida y eso quebranta tu corazón. Usted conversa con Jesús sobre esto y considera varios versículos sobre este asunto. Ahí usted trae a todos los santos a un lugar y juntos habla lo que Jesús está enseñándole. Usted lee los versículos que aprendió, los cuales cambiaron su vida y cuenta como cayó en pecado y también les enseña como no caer en pecado. Usted habla las cosas que Dios le ha mostrado. Esto es ser un sacerdote. Ustedes son sacerdotes. Traigan las cosas que Dios está haciendo dentro de cada uno de ustedes y expliquen a los otros hermanos y hermanas. Dios quiere que todos nosotros hagamos esto. CADA UNO de nosotros. ¿Ustedes están dispuestos?

Entonces nosotros nos congregamos en nombre de Jesús y escuchamos. Pero generalmente Jesús no está quieto mucho tiempo. Si las cosas están quietas por mucho tiempo, probablemente hay alguien que no está siendo un buen sacerdote. Tal vez Jesús quería que usted comparta un cántico y usted estaba con miedo. Tal vez Jesús quería que yo leyera un pasaje que fue especial para mí aquella mañana, pero pensé: “No soy lo suficientemente bueno. No puedo hacer esto.” Entonces Jesús está quieto un tiempo, porque quiere usarme, pero yo no estoy dispuesto. Decido enterrar mi talento. Si Jesús estuviese aquí físicamente, probablemente no iría a tener un tiempo quieto y prolongado porque a Jesús le gustaría hacer mucho en cada una de nuestras vidas. Cuando somos buenos sacerdotes, oiremos a Jesús y Él usará a cada uno de nosotros para hablar a todos, sí estuviéramos dispuestos. ¿Estamos dispuestos? Deja a Jesús usarte.

Él Quiere Hacer Cosas Maravillosas

¿Usted recuerda cuando Jesús fue a una ciudad específica y quería hacer milagros allá, pero no pudo porque no creían en Él? Dios quiere hacer milagros a través de cada una de nuestras vidas. Pero no podrá si no creemos. Usted necesita creer en su corazón que Dios quiere usarlo. Hable con Jesús sobre estas cosas. Dígale: “Yo creo. Ayúdame en mi falta de fe.” Pídale a Jesús que lo haga dócil y humilde. Pídale a Jesús el valor para usar sus dones. Pídale a Jesús para quitar su orgullo porque a veces usted va a estar equivocado. ¡Pero…todo estará bien! Podemos ayudarnos unos a otros. Es mejor estar equivocado que enterrar su talento. Si estuviere equivocado, todos podemos crecer juntos. Pero si entierra su talento, Jesús quedará enojado. Pídale a Jesús que lo ayude a ser un mejor sacerdote.

Esto no es sobre tener fuerza de voluntad. No es sobre ser un buen ministro. Esto tiene que ver con pedir a Jesús que le ayude. Jesús vive. Él quiere hacer cosas maravillosas en nuestros corazones y a través de nuestros corazones para los otros. Pero, para que Él haga un milagro, nosotros necesitamos creer. Entonces, converse con Jesús sobre estas cosas. No se quede sólo pensando o coincidiendo con ellas. Al contrario, converse con Jesús que está vivo sobre estas cosas y Él nos ayudará a todos, para Su Gloria.

Pídales a Ellos Que Vivan Como Sacerdotes

Si son sacerdotes de sus vecinos, ustedes van a poder ayudarlos a aprender también sobre Jesús. Y si ellos son parte de algún grupo religioso en algún otro lugar, implore a ellos para que sean sacerdotes donde están. Implore a ellos para que usen sus dones con las personas a su alrededor. No los deje ir a sus locales de reunión y sólo quedarse escuchando. Pida para que vean las vidas de los que están a su alrededor y ayúdelos a convertirse más como Jesús. Si todos en todo lugar hicieran estas cosas, el mundo cambiaría. ¡Esto es muy poderoso! ¿Por qué? Porque estamos dejando a Jesús ser Jesús. Si nos rehusamos a ser sacerdotes, Jesús se quedará en una cajita o apenas en un libro. ¡Pero si realmente somos sacerdotes y pedimos a todos los otros que usen el nombre de Jesús para ser sacerdotes también, estamos liberando a Jesús para ser Jesús en TODO lugar! Nuestros barrios irán a cambiar. Nuestras ciudades irán a cambiar. Nuestros países y continentes, todos cambiarán. Jesús puede ser Jesús cuando somos sacerdotes. ¿Amén?

Al conocer mejor a Jesús en los últimos 10 años, hemos aprendido más y más sobre lo que realmente es una Iglesia, y lo que son realmente sacerdotes y como ser un sacerdote. Cuando aprendemos estas cosas, somos llevados a situaciones en que vamos a necesitar entender que hacer sobre las denominaciones. Las personas en las denominaciones no son enemigas. Algunas están allá porque sólo eso es lo que conocen. Si conociesen más sobre Jesús, irían a seguirle alegremente. Entonces es muy importante que amemos a las personas, aún aquellas dentro de las denominaciones. Debemos tener mucho cuidado para no ser orgullosos. Cuando Dios da para nosotros los mendigos un poco de comida, debemos compartir esta comida y no juzgar a otros por no tener de esta comida. Esto es Jesús, compartir toda la comida que Él nos da. No separarse por causa de comida, sino ofrezca comida.

Estas cosas son muy, muy importantes y debemos tenerlas en nuestros corazones y mentes de manera clara. Nosotros no vamos a acomodarnos con las cosas frías y mezcladas en las vidas de las personas. Pero creemos que Jesús edificará Su Iglesia. Si conocemos personas en las denominaciones que realmente aman a Jesús, tal vez no debemos decir: “Sal de ahí…fuera de ahí” tal vez vamos a decir: “obedezca a Jesús con las personas que usted conoce.” Vamos a enseñarles los caminos de Jesús así como también Él nos ha enseñado. Y pedimos que ellas enseñen los caminos de Jesús a todos los que conocen. Ahora si hicieren esto, van a ser expulsados en muchas de las denominaciones. En muchas de las denominaciones las personas no quieren obedecer a Dios. Algunas personas quieren, pero otras no.

En la verdadera Iglesia que Jesús está construyendo, TODOS quieren obedecer a Dios y TODO EL MUNDO ama a Jesús. Porque todos somos sacerdotes, nos ayudamos unos a otros. Si alguien no ama a Jesús, se apartará.

Una profecía de la Iglesia del Nuevo Testamento está en Jeremías 31 “desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán—afirma el Señor” En la Iglesia verdadera, todos conocen a Jesús. En la mayoría de las denominaciones esto no es verdad y existe mucha tibieza. Las personas aman el mundo y viven en pecado y no cambian. Esto es terrible y triste. Pero también hay personas en las denominaciones con un buen corazón. Nuestro trabajo no es hacer que las personas salgan. Nuestro trabajo es ayudarles a ser sacerdotes donde están. Si se convierten en sacerdotes donde están, muchas personas van a cambiar o serán lanzadas afuera.

Donde Jesús Esta…el Pecado No Puede Quedarse

Cuando un hermano o hermana se parece más como Jesús dentro de una denominación, o la denominación cambiará o la denominación irá a matarlo(la) o lanzarlo(la) afuera (como lo hicieron con Jesús). Entonces no tengamos miedo de las denominaciones. Son como una gran red de pescar que atrapa varios tipos de peces. Hay peces muy buenos en la red y otros no tan buenos. Y nuestro trabajo como sacerdotes es llamar a todos los peces buenos para que sean sacerdotes donde están. Y las cosas pueden cambiar allá también.

¿Nínive cambió? Jonás fue vomitado por la boca de un pez y entró en esa ciudad terrible. Hubo mucho, mucho pecado allá. Pero la ciudad entera se volvió a Dios, hasta el Rey. Necesitamos creer que Dios puede hacer esto en las denominaciones. Necesitamos creer que Dios puede hacer esto en Mzuzu. Cuando tenemos amigos o personas que conocemos que están en las denominaciones, no vamos a pedir que ellos salgan, pero sí pediremos que sean como Jesús con todo su corazón. Hablar la Palabra de Dios para todos los que se encuentran allá. Dar su vida y amar a las personas, no minimizar el pecado y no dejar que otros lo minimicen. Jonás podría haber sido matado por las personas en Nínive. Él estaba solito. Pero ellos se arrepintieron y cambiaron. Así debe ser nuestro corazón para todas las denominaciones. Vamos a ser sacerdotes y ayudar a todos a cambiar. Vamos a intentar ayudar a las personas buenas que conocemos en las denominaciones y pedir para que ellas sean sacerdotes donde están para que puedan ayudar a las personas de su alrededor a cambiar.

Vamos a implorar a Dios con muchas lágrimas en los ojos para que las denominaciones cambien. Jesús lloró. Él derramó lágrimas sobre Jerusalén. Él dice: “Cuantas veces quise juntar tus hijos como la gallina junta a sus polluelos”. Pero Jerusalén no quiso y Lo rechazó. Las personas Lo mataron. Si somos sacerdotes fieles tal vez ellos nos maten también. O tal vez la ciudad entera cambie. Pero necesitamos ser sacerdotes fieles. Debemos pedir a todos que sean sacerdotes fieles donde estén. Si intentan ayudar a las personas que conocen, quedarán más fuertes y tal vez sean expulsados. Pero entonces pueden estar con otros cristianos que tienen el mismo corazón, una vez que ya intentaron ayudar a las personas más próximas a ellos. Es esto lo que un sacerdote hace. Necesitamos amar a los que están en las denominaciones. Es esto lo que Jesús hace. Pero no aceptamos fermento. Necesitamos vivir para la Verdad y pedirles a todos en las denominaciones para que también vivan para la Verdad. Si todos hicieren esto, entonces Jesús edificará su Iglesia.

Estas son las Buenas Nuevas de Jesús. Necesitamos vivir de esta manera para otras personas en la comunidad. Sin mezclar caliente con frió…pero debemos amarlas e intentar ayudarlas. No debe haber separación por causa de nombres y denominaciones. La separación solamente debe llegar si una persona no quiere obedecer a Jesús. No sabremos esto hasta que lo intentemos. El nombre de la denominación no quiere decir que una persona dentro de la denominación sea mala y no quiera obedecer a Jesús. No sabremos esto hasta que lo intentemos. Es así como debemos vivir con las denominaciones: dar nuestra vida por ellas, y hacer todo para dar el Pan de Vida y pedir que hagan la misma cosa con las personas que ellas conocen. Y después vamos a observar y ver lo que Jesús hará. Jesús dice que si hacemos nuestra parte Él va edificar a su Iglesia y las murallas del infierno no van a resistir el ataque. Estamos asolando la ciudad de satanás. Estamos escalando las murallas. Estamos derribando las puertas. Estamos amando a las personas y trayéndolas de la oscuridad a la Luz. Nosotros no estamos separándonos por títulos, sino estamos amando personas hasta la muerte. ¡Hagamos el trabajo de un sacerdote y el Señor construirá Su Iglesia!

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