CONSTRUYENDO CON BUENOS MATERIALES
¿QUÉ ES LA IGLESIA Y QUÉ ES UN CRISTIANO?
7/5/2006
Jesús: Diseñador y Constructor
Construyendo con Buenos Materiales
¿Qué es la Iglesia y qué es un Cristiano?
La Biblia enseña que Dios no habita en casas hechas por hombres. Efesios 2 y muchos otros pasajes en la Biblia dicen que nosotros somos la morada o habitación de Dios por el Espíritu—la Iglesia. Cuando caminas por las calles, generalmente consigues identificar un edificio religioso porque él se parece a uno. Pero, siendo la verdadera Iglesia hecha por personas y no un predio, ¿Entonces como realmente es ella? ¿Cómo se nota la diferencia entre la verdadera Iglesia y la falsa?
Te volvías un miembro de la iglesia antigua del Viejo Testamento debido a quienes eran tus padres (Judíos). Si básicamente crees en lo correcto y tus padres formaron parte de esta iglesia, y “frecuentabas la iglesia” regularmente y pagabas el diezmo, entonces eras miembro de la “iglesia”. En la Iglesia del Nuevo Testamento de Jesús, eso no es verdad—necesitas dar tu corazón a Dios. La profecía sobre el Nuevo Testamento dice que la Iglesia que Dios edifica (Jer 31, Heb 8, Heb 10) es la Iglesia verdadera y TODOS sus miembros conocerán al Dios Vivo, del menor al mayor. La Iglesia SÓLO puede ser entendida de esa manera. Cualquier cosa menos que eso puede ser bien intencionada, buena y religiosa (hasta con personas Salvas que están involucradas), pero NO es la Iglesia de Jesucristo, ni una Lámpara local, si fueran personas solamente “frecuentando” algo marcado en el calendario sin vidas interconectadas y diariamente juntas (1Co 12).
La Iglesia verdadera hecha de piedras vivas que Jesús ve y ama, necesita ser hecha de materiales buenos. Si la edificación es hecha de materiales defectuosos, sabes que ella caerá. Si la madera que sustenta el tejado estuviere podrida, se caerá. Ladrillos que son débiles, no hechos correctamente, o hechos de material inapropiado, no pueden sostener peso y se desmoronarán. Del mismo modo, si intentamos construir la casa de Dios de material inadecuado, también caerá. Si una persona realmente no conoce a Dios, ella no puede ser un miembro de la Iglesia de Jesús. Para que la Casa que Dios está construyendo de hombres y mujeres resista, ella no puede contener piedras malas (1Co 3-5).
¿Entonces eso quiere decir que la Iglesia, o los individuos, necesitan ser perfectos? Claro que eso no es posible (1Jn 1). Pero de acuerdo con la Palabra de Dios, es NECESARIO que cien por ciento de los miembros “amen la Luz” y “amen la Verdad” y genuinamente se relacionen con Dios de la manera que “carne y sangre no lo han revelado”. SÍ, eso es necesario (Mt 16:16-18, Jn 3:19-21, 1Jn 1-3, Ez 11:19, Ez 36:26, Jer 31:34). Eso es sobre lo que Jesús dijo que construiría SU Iglesia, si debía ser SU Iglesia. Cualquier otra cosa sería como construir una casa con ladrillos débiles o madera podrida. La Casa que Jesús edifica es la mejor casa del mundo, y Jesús solamente usa materiales auténticos y buenos para edificar Su Casa.
Una vez más, eso NO quiere decir que toda persona es perfecta. Lo que quiere decir es que toda persona quiere amar y obedecer a Jesús y ella no menosprecia la ayuda de los otros que quieren ayudarlo a amar y obedecer a Jesús y ella quiere ese tipo de ayuda. Buen material de construcción para la Casa de Dios es cuando la persona “ama la luz”, de acuerdo con Jesús. Material de construcción malo, como madera podrida, es alguien que no quiere esa ayuda. Esa persona dice: “No me juzgue. Cuide su propia vida”. Ella dice de manera defensiva: “Saca el tronco de tu propio ojo”. Eso es material de construcción malo, el cual Dios dijo que no es aceptado en Su Casa. Jesús no va a construir Su Casa de esa manera. Eso es madera podrida y será completamente eliminada del medio del pueblo (Hch 3:23, Mt 18, 1Co 5). En una iglesia Verdadera, una persona que actúa de esa manera no es bienvenida. No importa cuanto dinero ella tenga o cuanto conozca la Biblia. Esa persona puede ser hasta incluso un “líder”, pero si no tiene un espíritu sensible a las enseñanzas de Jesús, entonces no puede ser parte de la Iglesia verdadera de Jesús, que está hecha en el Espíritu. Si a ella, después de resistirse al amor y las súplicas, ayuda y paciencia, se le permite continuar entre el Pueblo de Dios, sería como despreciar a Jesús por ignorar Sus mandamientos.
Si alguien está salvo, TENDRÁ el Espíritu Santo (Ro 8:9 Ga 3, Ef 1). ¡Y la PRUEBA de que tiene el Espíritu Santo habitando en él (no importa cuantas veces le cuenta un gran “testimonio” y dice “Señor, Señor!” Mateos 7) es que ama y obedece. Es una nueva criatura y ahora ama la Luz, y ama la Verdad (2Ts 2:10), y “como un bebé recién nacido”, “desea” que la Palabra de Dios sea aplicada en su vida (1P 2). Si una persona tiene el Espíritu Santo, ella amará la Luz y amará la Verdad… y entonces su conducta comenzará a cambiar. Ella se arrepiente del modo como trata a su marido o esposa, y cambia. Ella se arrepiente del modo como trata a los colegas de trabajo, a sus niños, o los vecinos, y cambia su comportamiento. Ella se arrepiente de los pecados pasados y malos hábitos; cambia y se vuelve más madura.
El regalo del Espíritu Santo es el depósito que garantiza la herencia de ella. “Ese es el veredicto” dijo Jesús en Juan 3. Es eso lo que separa una persona inocente de una persona culpable. No que todas son perfectas, pero TODAS aquellas que tienen sus pecados perdonados “aman la Luz”. Ellas tienen el regalo del Espíritu que antes no tenían. Ahora, sus corazones de piedra desde el fondo ya se volvieron corazones de carne, sensibles. Del fondo de su interior, Dios está haciéndolas mantener Sus mandamientos y decretos. Ellas se preocupan profundamente con las palabras de Jesús sobre como actúan. Las ovejas conocen la voz del Pastor porque ellas tienen el Espíritu de Jesús. Las ovejas dicen: “¡Yo quiero seguir a Jesús! Condúceme en esa dirección”. Las cabras dicen: “¡Déjeme solo! ¡Yo hago milagros! ¡Yo les doy mi dinero a los pobres! Sé mucho. Yo soy mejor que tú y no me preocupo con lo que digas”.
Un Cristiano, un participante de la Nueva Alianza, ama la Verdad (2Ts 2:10) y ama la Luz (Jn 3:19-21), y ahora se volvió “participante de la naturaleza DIVINA” (2P 1:4, Ro 6:1-14). Esa es la prueba de que el Espíritu vive en él o en cualquiera de nosotros. No necesitamos sólo aceptar la palabra de cualquiera sólo porque dice: “¡Señor! ¡Señor!” Solamente una persona que se entregó a sí misma y que entregó su vida a Jesús y entonces fue Tocada por el Cielo y Habitada por el Creador de las Galaxias está realmente salva y es un “miembro” de Su Iglesia local (Ro 8:9-11, Lc 9:57-62, Jn 1:12-13, 3:16-21, 1Jn 3:8-10, 5:18-20).
Un Verdadero Lámpara, una Iglesia auténtica, es LIMITADA (¡eso quiere decir 100% de los “miembros”!) aquellos que ya tuvieron una revelación del Hijo “que carne y sangre no han revelado, pero es el Padre en el Cielo que lo ha revelado a Ellos”. No es sobre proximidad o conocimiento ni “compromiso” o educación/formación. Es sobre un encuentro con Dios Padre, en la Persona de Su Hijo, donde la muerte produce una Vida que ejemplifica a Dios, Vida Zoe, que no viene de algo (Jn 3:5-8, Jn 12:24, Ro 6:1-14, Ga 6:14-17). Con seguridad existen aquellos que necesitan “cuidado especial” y otros que están decidiendo en si “un año más” (Jn 13:8-9, Jn 15, 1Jn 2:19, Jud 11-25).
O tenemos Vida SOBREnatural con Él y uno con el otro, o NO es Cristianismo Bíblico y no es una Iglesia legítima. Con seguridad existen personas Salvas “frecuentando” organizaciones que no son realmente Iglesias, aunque dicen ser iglesias. Eso es otro asunto. Simplemente estamos diciendo que no vamos a tocar Su Trono (vamos solamente a alcanzar nuestro “psuche”(alma), emociones y sentimientos) si no vivimos lado a lado en Vida Zoe juntos—momento a momento conectados a la Cabeza y uno al otro. Un “culto” ceremonial que es hecho “para Su gloria” o para aprender más hechos sobre Él, o para descender fuego del Cielo con nuestra música—históricamente, eso ha cambiado pocas vidas para que se vuelvan la imagen del Hijo. O estamos compartiendo en la Esencia de la Divinidad juntos diariamente, o no es Vida Eterna, ni un Lámpara e Iglesia, como definido por Dios. “Un poco de fermento leuda TODA la masa”.
No debemos ser bebés que dicen cosas correctas, pero no viven como Jesús vive. Y la Iglesia no es una colección de cristianos impostores que dicen las cosas correctas pero que no tienen el Espíritu de Jesús viviendo, como Persona, en su interior. Jesús es un gran Constructor. Él no va a edificar con piedras que se deshacen o madera podrida. Él quiere construir una Casa Gloriosa para vivir en una que es digna del Rey que Él es. Por eso los materiales de construcción en la Casa de Dios necesitan ser de la mejor calidad. La verdadera Iglesia que es hecha por Dios, no por manos de hombres, es hecha de piedras vivas—Cristianos verdaderos—y nunca con piedras muertas, ladrillos, o heno. Jesús construirá solamente con materiales de construcción buenos. Si nos casamos con Él en Alianza y Juramento, dejamos todos los otros amores, Nacemos dos veces, tenemos corazones abiertos, amamos Sus enseñanzas, realmente queremos cambiar las cosas en nuestras vidas que necesitan cambiar, y girar nuestro rostro a Él en momentos de adversidad o dificultad, pidiéndole a Él y a nuestros hermanos y hermanas ayuda, entonces somos lindas piedras vivas para la Casa en que Jesús vive. Nosotros podemos y debemos ser una Novia gloriosa para Jesús. Esta es la Buena Nueva del Reino de Dios.